¿Qué es la fascitis plantar?
La fascitis plantar es una inflamación de la banda gruesa de tejido (también llamada fascia) en la planta del pie que va desde el talón hasta los dedos.
Los médicos alguna vez pensaron que los crecimientos óseos llamados espolones calcáneos provocaban el dolor. Ahora creen que los espolones calcáneos son el resultado, no la causa, de la fascitis plantar.
Los síntomas de la fascitis plantar
La fascitis plantar causa dolor en el talón. Por lo general, es peor cuando da sus primeros pasos por la mañana o después de haber estado sentado durante mucho tiempo. Suele sentirse mejor con la actividad, pero vuelve a empeorar después de pasar mucho tiempo de pie.
Causas y factores de riesgo de la fascitis plantar
Su fascia sostiene los músculos y el arco de su pie. Cuando está demasiado estirado, puede tener pequeñas lágrimas en su superficie. Esto puede provocar dolor e inflamación.
Tiene un mayor riesgo de padecer fascitis plantar si:
Son mujeres
Tiene entre 40 y 60 años
Son obesos
Tener pies planos o arcos altos.
Tiene tendones de Aquiles tensos o “cordones del talón”
Tiene una posición inusual para caminar o pie
A menudo usa zapatos de tacón alto
Pasar muchas horas de pie cada día
Use zapatos gastados con suelas finas
Diagnóstico de la fascitis plantar
Su médico le preguntará acerca de sus síntomas y le examinará los pies para ver dónde siente dolor. A veces, quieren que se haga pruebas por imágenes para asegurarse de que no haya otra cosa que esté causando su problema. Estas pruebas incluyen:
Una radiografía para descartar fracturas óseas o artritis.
Una resonancia magnética para buscar fracturas
Tratamiento de la fascitis plantar
Sus tratamientos pueden incluir:
Poner hielo en el área.
Férulas nocturnas. Los usa para estirar la pantorrilla y el pie mientras duerme.
Terapia física. Ciertos ejercicios pueden estirar la fascia y el tendón de Aquiles y fortalecer los músculos de las piernas, lo que hará que el tobillo y el talón sean más estables.
Descanso. Deje de hacer cosas que empeoren el dolor. Esto puede incluir algunos tipos de ejercicio, como correr o saltar.
Zapatos o plantillas de apoyo. Los zapatos con suelas gruesas y amortiguación adicional harán que le resulte menos doloroso estar de pie o caminar. Los soportes para el arco pueden distribuir la presión de manera más uniforme a lo largo de sus pies.
Tomar antiinflamatorios no esteroideos (AINE) analgésicos como ibuprofeno o naproxeno sódico. No debe tomarlos durante más de un mes, así que hable con su médico.
Una vez que comience el tratamiento, generalmente verá una mejora dentro de los 10 meses. Si no se siente mejor, su médico podría probar tratamientos como inyecciones de cortisona, un tipo de esteroide, para aliviar la inflamación. En casos raros, es posible que necesite cirugía.